El partido del próximo domingo ante el Sporting de Gijón decidirá los próximos objetivos de la Sociedad Deportiva Compostela. Una victoria frente al filial rojiblanco podría situar a los compostelanistas cerca del sexto puesto, del que le separan en la actualidad ocho puntos. El sexto puesto da derecho a jugar la próxima temporada la Copa del Rey, lo que supondría un impulso anímico para todos y dependiendo de las rondas y los rivales, también una inyección económica. Aunque nadie en el Club, salvo su Proyect Manager ha hecho cábalas y el único número que se hace es el de la permanencia, a nadie se le escapa que esos mismos puntos que separan al Compostela del descenso y la Copa del Rey, también son los mismos que le darían al Club la hipotética posibilidad de jugar el play off de ascenso a Segunda División.
Analizando más profundamente la clasificación, los ocho puntos son también la distancia que separa al equipo de Segunda B del tercer puesto que ocupa el Marino de Luanco (46 puntos) que juega esta jornada frente al CD Ourense (44 puntos). Un partido que ofrece servir para recortar distancias ante uno de los dos, e incluso ambos equipos. Tampoco lo tendrá fácil el cuarto clasificado, el Aviles (46 puntos), que jugará en el campo de un UD Logroñés (36 puntos) que está inmerso en la lucha por eludir el descenso.
El Guijuelo es quinto con también 46 puntos que viaja al campo del Tropezón (35 puntos) para jugar un encuentro a cara de perro contra otro equipo que actualmente marca la línea de descenso y play off de la categoría.
En la misma tesitura se sitúa el sexto equipo con 46 puntos, el Real Oviedo, que la próxima semana visitará San Lázaro. Los asturianos se median al SD Logroñés, también en campo ajeno y con un rival que con 32 puntos necia la victoria para no verse abocado al descenso de categoría. Por su parte el Zamora (44 puntos) juega en casa del culata Noja (16 pts). Por último el Burgos (44 pts) juega contra la Cultural Leonesa (37 pts).
En definitiva, una jornada en la que el Compostela puede lograr la tranquilidad casi definitiva y tal vez, en función del resto de resultados, optar por objetivos un poco más ambiciosos.