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El entrenador canario lleva el nuevo equipo biberón de la SD Compostela.
Santiago de Compostela, a 24 de abril de 2018
Para que te conozca la gente, ¿cuál es su experiencia en el mundo del fútbol? ¿Podría resumir su currículum deportivo?
Toda mi vida estuve vinculado al fútbol; soy de Canarias y como jugador estuve siempre ligado al Gomera, empezando en categorías inferiores y luego desde Segunda Regional hasta Tercera División. Hace cuatro años llegué a Galicia y fiché por el Bertamiráns, donde estuve dos años con el equipo de Tercera División y de Primera Regional. Luego me fui al Xallas de Santa Comba en Preferente, antes de estar un año sin jugar por rotura de ambas rodillas. Esta temporada volví al Bertamiráns, pero entre recaídas en las lesiones y el trabajo no pude continuar. De entrenador empecé con las categorías inferiores ya en el Gomera, siempre con benjamines. Al llegar a Galicia empecé con los benjamines del Negreira, y esta temporada compagino los biberones del Bertamirans del año 2013 con los del Compostela del 2014.
¿Qué es lo primero que valora en un jugador de tan corta edad?
Con niños de cuatro años no puedes prestar atención a muchas cosas; enseñarle que el balón no se toca con la mano, saber en qué portería tienen que marcar gol y que den algún pase es el principal objetivo, es lo único que le puedes pedir a esta edad.
¿Qué valores intenta transmitir como técnico a sus jugadores?
Sobre todo, compañerismo; los biberones son muy dados a pensar que la pelota es suya, entonces les enseño sobre todo que la tienen que compartir y que somos un equipo; al fin y al cabo, son sus primeras experiencias en equipo. Con que se respeten, me llega.
¿Qué tipo de fútbol te gusta para sus equipos?
A los biberones no puedes enseñarles cómo quieres jugar, el objetivo es que aprendan a tocar, a jugar en equipo, llegar a portería…no sólo correr para adelante y marcar gol.
¿Qué es lo mejor y lo más complicado de trabajar con deportistas tan jóvenes?
Lo más complicado es que te hagan caso todos a la vez, conseguir tener su atención; lo mejor es la buena fe con que lo hacen todo, sin ninguna maldad.
Una vez dentro, ¿existe algún control para que los deportistas compaginen su crecimiento y estudios con la formación futbolística?
Eso es primordial. En estas categorías, lo único que me piden los padres es complicidad para ir a cortarse el pelo, portarse bien en casa o comer ciertos alimentos, sino me lo van a decir y no va a jugar; es un tipo de educación. Si son más mayores lo normal en cualquier club es que si el niño va mal en los estudios, por muy bueno que sea, se debería actuar; el fútbol es un premio, si no actúan bien lo lógico es sacárselo.
¿Qué consejo daría a los niños que empiezan ahora y sueñan con poder llegar a ser profesionales en el mundo del fútbol?
Sobre todo, pasarlo bien y disfrutar con los compañeros que tengan. Si van a salir buenos con el tiempo se irá viendo, pero no centrarse desde tan pequeños en serlo. A estas edades no se sabe lo que puede pasar.
¿Cómo debe manejar un entrenador a un jugador que apunta maneras de “crack”? ¿Qué cualidades lo diferencian del resto de jugadores?
Sobre todo, la forma de ver el juego que tienen: ven pases, ven lo que va a suceder…eso se ve en el niño. Ya no tanto la calidad con la que puedan realizar un pase o meter un gol, no por regatear a todo el equipo es mejor; hay ciertos pases, cierta colocación en el campo que el niño lo manifiesta independientemente de que cada entrenador le pueda transmitir una cosa u otra. Si siendo tan pequeños lo consiguen ver, se pueden apreciar buenas cualidades.
¿Qué futbolista considera un ejemplo para las nuevas generaciones?
No te voy a decir ni a Cristiano ni a Messi. Por el gusto que tengo de equipo de fútbol te diría Joaquín del Betis, por valores te diría Valerón…pero si tuviera que centrarme en uno te diría Francesco Totti o Lampard, jugadores que han estado toda su vida en un mismo club y no les ha importado ni el dinero ni el nivel del equipo ni nada. Tienen que valorar donde están a gusto y luego está la forma de ser del jugador, que cuanto más humilde y honesto sea mejor le va a ser.
Para terminar, ¿cuáles son las principales bases de este proyecto? ¿Qué esperas?
Lo mismo que espero siempre en los biberones: ver cómo empiezan que no saben nada, y al final de temporada percibir cómo son capaces de llegar a la otra portería, saber dónde meter el gol y empezar a colocarse en el campo. Se les va exigiendo según van avanzando; de momento, con que consigan eso me vale.